Éste es un trabajo que tenía en mente desde hace mucho tiempo y que he aprovechado este verano para ponerme manos a la obra.
Utilizando cristales reciclados de unas viejas lámparas de mi madre y otros que compré hace un año en Zara Home que formaban servilleteros, un poco de pintura en spray una lámpara vieja de forja comprada en el rastro, por fin pude montarme mi propia lámpara de araña con cristales, que hace tiempo que tenía ganas de tener una.
Desde luego, si la hubiese comprado, no estaría disfrutándola tanto como hago ahora cada vez que miro al techo.
Así era la lámpara original cuando la compré. Tenía una vela rota y era de un azul ennegrecido, no demasiado antigua, pero un poco pasada de moda.
Y así quedó, tras finas capas de pintura blanca en spray y decidir cómo iba a montar las cadenas, ya que tenía 3 tipos de cristales diferentes.
Lo más caro que salió fueron las bombillas led en forma de llama, que costaron más que toda la lámpara y sus componentes. ¡Pero eran tan bonitas! Y ahora tengo más luz en el salón y con menos consumo.
Espero que no sea la última que haga, porque ya me fluyen más ideas...
No parece la misma desde luego! Cambio total! Nos encanta como te ha quedado! Un acierto poner todos esos cristales,y las bombillas aunque sean caras vale la pena por lo bonitas que son! Y si son de bajo consumo,mejor! Ahora a disfrutarla!
ResponderEliminarMuchos besos de las dos
Menudo cambio!! Ha valido la pena el tiempo y el dinero invertido en ella porque te ha quedado espectacular y mira que a mi no me gusta este tipo de lámparas pero desde luego reconozco que esta es preciosa.
ResponderEliminarUn beso,
Me encanta! En blanco queda super elegante. Un beso
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